lunes, 11 de marzo de 2013

BIOGRAFÍA DE EDUARDO LIZALDE


Eduardo Lizalde

Eduardo Lizalde


Nombre completoEduardo Lizalde Chávez
Nacimiento14 de julio de 1929
Ciudad de México, México
SeudónimoEl Tigre
OcupaciónEscritor
NacionalidadMexicana
GéneroPoesía
Eduardo Lizalde (Ciudad de México, 1929), es un poeta y académico mexicano




 






TRAYECTORIA

Eduardo Lizalde se acercó desde niño a la literatura. Su padre Juan Lizalde, un ingeniero, dibujante y apasionado de la poesía, le enseñó a leer y a construir sonetos desde muy pequeño. Su madre era María Luisa Chávez García de la Cadena y su abuela la señora Elena García de la Cadena de Chávez fue hija del Gral. J. Trinidad García de la Cadena, el cual se encuentra en la Rotonda de los Hombres Ilustres ubicada en la ciudad de Zacatecas. Es hermano del actor Enrique Lizalde y primo del cantante Óscar Chávez. A los seis años de edad, leyó la primera novela de su vida: La perla roja, de Emilio Salgari. Después encontró la figura del tigre en las novelas de Kipling y las historietas de Tarzán. Cuando apenas tenía 12 años, estaba ya inmerso en las lecturas de Balzac, Zola, William Blake y Rainer Maria Rilke.
Empezar a escribir joven es casi una maldición para cualquier escritor que se precie de ser profesional», afirma Lizalde. Comenzó a publicar pequeños poemas a los 18 años, en 1948, en el periódico El Universal. Después publicó su primer libro de poemas a los 27 años de edad, tituladoLa mala hora. Antes había estudiado brevemente en la Escuela Superior de Música y después la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En 1955 comenzó su militancia en el Partido Comunista Mexicano, del cual fue expulsado a principios de la década de 1960, junto a José Revueltas. Después, junto con el mismo Revueltas, fundó la Liga Leninista Espartaco, movimiento político alternativo del que pronto se desencantaron ambos.
Por esas mismas fechas, al lado de Enrique González Rojo y Marco Antonio Montes de Oca, fundó el Poeticismo, una fallida corriente literaria, que el propio Lizalde desmenuza y critíca severamente en su libro Autobiografía de un fracaso. Ahí afirma que esta corriente consistía en hacer poemas «con originalidad, claridad, y complejidad», una vaguedad que lo llevaría a reflexionar que en realidad «no era nada».
Lizalde es conocido como El Tigre, por la aparición de recurrente de este animal en su obra poética, escrita en este sentido bajo la influencia de William Blake y Jorge Luis Borges, pero también por sus lecturas infantiles de ciertas narraciones de Salgari y Kipling:
«El tigre es una figura fascinante desde los tiempos bíblicos hasta la etapa actual y no creo que haya un escritor que no haya mencionado nunca al tigre. El tigre es la imagen de la muerte, de la destrucción, y además, de la belleza; es solamente un instrumento metafórico.»
Eduardo Lizalde ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua el 24 de mayo de 2007, tomando posesión de la silla XIV que perteneció a Elsa Cecilia Frost. Dio lectura al discurso «La poesía mexicana, esplendor e infortunio».
Es hermano del popular actor de cine y telenovelas Enrique Lizalde.

 OTRAS ACTIVIDADES

Su más grande pasión es la ópera. En su juventud, creía que con un poco de suerte podía ser cantante, poeta y pintor.
Estudió canto y composición en la escuela nocturna del Conservatorio Nacional al tiempo que estudiaba Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Asimismo, Lizalde ha sido un promotor y animador muy activo de la literatura mexicana, pero al mismo tiempo ha dado muestras de hallarse insatisfecho con su propia obra y con la poesía en general, de la que ha dicho frecuentemente que «no sirve para nada»:
...«escribir no sirve absolutamente para nada. Gramsci decía que el arte no sirve para nada, sirve, porque es arte. Particularmente la poesía, es un arte que como dice mi amigo y colega de profesión involuntaria, Gerardo Deniz, es el minusválido de los trabajos artísticos, porque no deja dinero, difícilmente deja prestigios o llega a grandes glorias.»
Además de componer y publicar sus libros de poesía y prosa, dirigió durante un año El Semanario Cultural, suplemento del diario Novedades. Entre los diversos puestos que ha ocupado en la administración pública de México destacan el haber sido secretario general de la Escuela de Cursos Temporales y director de la Casa del Lago de la UNAM, director general de Educación Audiovisual y director general de Publicaciones y Medios de la SEP, director de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes, director de la Biblioteca de México José Vasconcelos y la revista del mismo nombre.

OBRAS

Ciudad de México • El tigre real, el amo, el solo, el sol...
El tigre real, el amo, el solo, el sol
de los carnívoros, espera,
está herido y hambriento,
tiene sed de carne,
hambre de agua.
Acecha fijo, suspenso en su materia,
como detenido por el lápiz
que lo está dibujando,
trastornada su pinta majestuosa
por la extrema quietud.
Es una roca amarilla:
se fragua el aire mismo de su aliento
y el fulgor cortante de sus ojos
cuaja y cesa al punto de la hulla.
Veteado por las sombras,
doblemente rayado,
doblemente asesino,
sueña en su presa improbable,
la paladea de lejos, la inventa
como el artista que concibe un crimen
de pulpas deliciosas.
Escucha, huele, palpa y adivina
los menores espasmos, los supuestos crujidos,
los vientos más delgados.
Al fin, la víctima se acerca,
estruendosa y sinfónica.
El tigre se incorpora, otea, apercibe
sus veloces navajas y colmillos,
desamarra
la encordadura recia de sus músculos.
Pero la bestia, lo que se avecina
es demasiado grande
-el tigre de los tigres-.
Es la muerte
y el gran tigre es la presa.
Amor
La regla es ésta:
dar lo absolutamente imprescindible,
obtener lo más,
nunca bajar la guardia,
meter el jab a tiempo,
no ceder,
y no pelear en corto,
no entregarse en ninguna circunstancia
ni cambiar golpes con la ceja herida;
jamás decir "te amo", en serio,
al contrincante.
Es el mejor camino
para ser eternamente desgraciado
y triunfador
sin riesgos aparentes.
El sexo en siete lecciones
1. Gozo y tortura
que el Tártaro yel Cielo
-uña de carne- desempeñan.
Al sexo y su desorden milagroso,
a su perfecto matrimonio; ,
de beso y abrelatas, sucumbimos.
A la gloria del sexo,
a su desenfrenado latrocinio,
su avaricia impecable,
alto, cedemos.
* * *
2. Y por estar a flote,
por ser la superficie de la espuma en la piel,
por ser lo más visible y general,
por ser el más común lugar del paraíso visitado,
el sexo, lo evidente,
lo que a todos iguala,
lo esencial-sabia era Eva,
ingenuo Segismundo-,
por ser el sexo algo tan real,
lo único real acaso,
sólo se existe y vive a su merced.
No es reducible el sexo a números ni a ciencia,
no es cosa comprensible,
no es natural ni humano
y la divinidad lo desconoce.
Lo real no está sujeto a inquisición.
* * *
3. El tiempo escaso por costumbre
y, por la costumbre, frágil,
no basta para el amor
y es demasiado para el sexo.
Pero si en sexo se midiera el tiempo
si el sexo -el gozo, mejor dicho- fuera
una unidad de tiempo,
sería la más pequeña
que el reloj pudiera imaginar,
la apenas registrable,
el átomo del tiempo.
* * *
4. Ni el denodado goce de los cuerpos,
ni el carnívoro roce de las bocas,
ni las fieras sensuales de los dedos,
ni las mejillas ardorosas,
ni el sudor refrescante de los pechos
-su rima encantadora-,
ni el tacto delicioso de los muslos,
ni la plata del pubis,
ni las caudas azules y viriles,
son suficientes para el sexo.
La plena saciedad misma, no basta.
Lacios los cuerpos tras el goce, exhaustos,
bebidos uno a otro hasta las plantas,
sueñan, despiertos, con el sexo.
Sólo han probado, sólo empiezan a hervir.
La saciedad más absoluta
es siempre, apenas, el principio.
* * *
5. El cuerpo es siempre virgen para el sexo.
El cuerpo siempre, Paul, recomenzando.
Y el cuerpo eterno, el fiero eterno cuerpo
muere antes que el sexo.
* * *
6. Y nada de que el sexo
sólo con amor es sexo.
El sexo es siempre amor,
nunca el amor es sexo.
El amor no es amor,
el sexo es el amor.
No hay sexo sin amor
pero hay amor sin sexo, y no lo es.
Todo amor sin sexo es corruptible.
Sólo una advertencia:
es ya desgracia conocida
que el sexo y el amor no sean posibles
sino con personas,
con almas y con cuerpos de cuatro dimensiones,
con seres existentes,
y nunca con fantasmas o sombras pasajeras,
mucho menos con plantas o gallinas.
7 (y última). El sexo es una cosa
que se embellece cuando se la mira.
Y la prostitución es su magnífico revés,
su negación perfecta,
su ausencia depresiva.
El sexo es este Dios moldeado
por su más portentosa y vil creatura.

2 comentarios: